Todavía tenemos que sufrir la afrenta de pasear por nuestras calles y carreteras y contemplar los homenajes a los terroristas franquistas.
Estos días se ha presentado en la SEMINCI (Festival de cine de Valladolid) una película que han calificado de “francamente” controvertida y que, según los realizadores del film, han recibido presiones de una carta remitida desde el bufete de abogados de un hijo de un “importante” personaje del film donde les amenaza con un secuestro por vía judicial de la película. Y es que el sistema español de impunidad hace que cualquier atisbo (por muy suave que sea) poner en guardia a los guardianes de las más puras esencias fascistas.
No he visto la película aunque tengo referencias de ella hace mucho tiempo. Me llegaron noticias del proyecto de los directores, el alemán Dietmar Post y la española Lucía Palacios. Los colonos del caudillo es un proyecto que tuvo que financiarse con aportaciones de personas por el sistema de micromercenazgo y donde el artista alemán Daniel Ritcher donó unas serigrafías inspiradas en el dictador. El argumento se basa en la búsqueda de los orígenes del proyecto de crear lugares llamados pueblos de colonización y que se inspiraban en el sistema de la cittá nuove de Mussolini. En estos lugares nacería el hombre fascista, el hombre antibárbaro y antiobrero, apegado a la tierra, temeroso de dios y devoto al régimen, del cual es deudor de todo, casa, tierra y trabajo.
En este documental manifiestan su visión sobre lo acontecido dos personajes “importantes”. Uno el exministro franquista y suegro del actual Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, José Utrera Molina y que desempeño el cargo de gobernador civil (por lo tanto, responsable de la represión de la provincia) entre 1956 y 1962, además de ser corresponsable de la represión en España por su puesto en el Ministerio de Vivienda y Secretario General del Movimiento (toda una joya) El otro es el expresidente del gobierno socialista Felipe González que, supongo, hará un panegírico a su contribución a la reconciliación entre las dos Españas y la democracia, si es así me parecería más digno de una vis cómica de su gracejo sevillano que no una verdadera visión de su indignidad hacia las víctimas del franquismo a las cuales poco ayudó si, tenemos en cuenta, su posibilidad de legislar desde su mayoría absoluta que se convirtió en absolutista. Memoria ¿Qué trato dispensó ese “gran timonel” a las víctimas españolas deportadas a los campos de concentración nazis? Memoria
Y dado que todavía tenemos que sufrir la afrenta de pasear por nuestras calles y carreteras y contemplar los homenajes a los terroristas franquistas (Memoria, Emilio Mola), de ver nombres de calles a sediciosos golpistas y secuestradores (Memoria, Moscardó, Cortés, etc…), de monumentos a los que se levantaron contra el pueblo español (Memoria, Franco, José Antonio, etc…) y de nombres de pueblos con el designación “del caudillo” (Memoria, Alberche, Llanos, Bardena, Génova, Guadiana, etc…) por no hablar del pueblo sevillano llamado Queipo de Llano (aquel asesino que encima faja a la virgen de la Macarena en la semana santa) Pues ya que estamos hablando de Llanos me gustaría refrescar la Memoria, que no es ni más ni menos que recordar cómo algunos que ahora reclaman lo que en justicia podrían haber resuelto desde el poder hicieron en su momento.
Hace años, durante una legislatura socialista en Castilla-La Mancha, estuvo de responsable de Administraciones Públicas, y por lo tanto de todo lo relativo a la administración local, la Consejera Llanos Castellanos. Por aquel entonces reclamé por carta que interviniera en esa cuestión, o sea que la localidad retirara su “complemento” de el caudillo. Su contestación, agradable como siempre que nada se quiere solucionar ni a nada se quiere comprometer, me refería a que no era competencia de su Consejería y que debía respetar la autonomía municipal en la toma de decisiones, pero ante esta respuesta la recordé que ella presidió la entrega de las banderas municipales a las diferentes localidades de la región y una de ellas era esta ¿no hubiera sido más digno negarse a entregar una bandera en cuyo texto aparece un homenaje a un dictador fascista que oprimió durante más de cuatro décadas al pueblo español y que asesinó a miles de compatriotas? Qué más da, la indignidad que supuso el pacto de la transición, donde hubo el pacto donde había vencedores (el franquismo) y vencidos (el pueblo español) ¿me suena muy actual?, y en la que algunos consiguieron prebendas traicionando la lucha de miles de personas que dieron lo mejor de su vida para recuperar las libertades, la democracia, la República y los principios que nos siguen dando motivos para luchar, saber la VERDAD, conseguir JUSTICIA y REPARACIÓN para las víctimas del fascismo.
*José Utrera Molina, (Málaga 12/4/1926)
*Llanos Castellanos Garijo (Albacete 5/6/1969), en el 50 aniversario de la “creación” del pueblo fue la que presidió los festejos.
*Bardena del Caudillo (1959-2008, dejó el nombre en Bardena, pertenece a Ejea de los Caballeros,Zaragoza)
*Gévora del Caudillo (el 13 de marzo de 2011 dejó de llamarse así, pertenece a Badajoz)
*Guadiana del Caudillo (sigue son su nombre, Badajoz)
*Alberche del Caudillo (Quitó su “apellido” de la entrada del pueblo pero sigue en todos los sitios igual, Toledo)
*Llanos del Caudillo (Ciudad Real)
*Queipo de Llano (Sevilla, pueblo abandonado que pertenece a Puebla del Río)
Emilio Sales. Presidente del Foro por la Memoria de Castilla la Mancha
