En la tarde del 2 de enero del 2014, ha fallecido en Talavera (Toledo) el Camarada Bautista Díaz Madroñal, natural de la localidad toledana de Belvís de la Jara había nacido el 5 de noviembre de 1917. Luchador incansable por la libertad y la emancipación de la clase trabajadora, clase a la que pertenecía y de la que siempre se había sentido orgulloso de pertenecer. Su vida, su larga vida, ha sido un largo rosario de penalidades en pos de una idea de justicia y defensa de los más desfavorecidos. En este momento del adiós multitud de imágenes y palabras me vienen a la MEMORIA (sin memoria no somos nada) y creo que honestamente debo reflejar.
Hace unos años visité con él y con otro Camarada (Nicolás, ya fallecido) un lugar cercano a Belvís y que creo que es desconocido, como tantos y tantas historias referidas a la represión franquista. El lugar se denomina Finca La Jaeña y fue un pequeño campo de concentración donde se agrupaba a los defensores de la legalidad republicana de la zona y a donde llegaban gentes de los pueblos de la zona, generalmente falangistas, para reconocer a los allí apresados para trasladarlos a sus pueblos de residencia con las acusaciones pertinentes que estos elementos creían oportunos para culminar su venganza. Precisamente en la parte de enfrente de este lugar se empezó a preparar un pequeño aeródromo para su utilización por parte de la aviación republicana. Allí, Bautista con 17 años, estuvo trabajando quitando piedras con una mula y allanando el terreno para poder dejar llano el terreno. Un lugar que no se pudo utilizar para el fin ideado pero que, según me comentan personas del lugar, pudo utilizarse posteriormente para que aterrizaran avionetas de fumigación de olivares, esta zona es rica en este cultivo y en un buen aceite.
La trayectoria vital de Bautista es muy densa y cerca de cien años es difícil condensar en pocas líneas. Por eso voy a intentar dar unas pinceladas a su recorrido por nuestra historia reciente.
De los campos de concentración de Orduña (Vizcaya) y Miranda de Ebro (Burgos), salen prisioneros para formar batallones de trabajo. Él sale del de Miranda con destino a Arriondas (Asturias) formando en ese 90 batallón, 3ª compañía. Los trabajos a realizar son la reconstrucción de la fábrica de armas de Oviedo y la reconstrucción de carreteras, puentes y pueblos en el Valle del Nalón. Él mismo me recuerda que estuvo en un caserón llamado “La Gotera” en Arriondas. Estuvo en este batallón desde febrero de 1938 hasta mayo de 1940.
En septiembre de 1941 se le llama a cumplir con el “deber patrio” del servicio militar que realiza en el ejército de tierra en Toledo donde permanece hasta principios de 1943 y, a continuación, se le traslada a un regimiento de infantería en Figueres (Girona). En mayo de 1943, estando en un destacamento en Roses se le concede permiso indefinido adelantándose su licenciamiento en virtud de los “servicios prestados” (el entrecomillado es mío) en el batallón de prisioneros de guerra.
¡Qué decir de la vida una vez regresado a su tierra!. Penuria y calamidades. Tengo el privilegio de conocer a su familia, sus dos hijas han seguido su lucha. En Belvís se le dedicó una calle por su labor para mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Tengo que decir que se merecía más, estos hombres, bregados en las más duras condiciones, nunca han querido homenajes y se sienten plenos (por no decir superados) ante las muestras de adhesión de los demás, son humildes, son gente de la que no queda. Pienso que no es el lugar que le corresponde, pero ni una muestra de rechazo le vi mostrar, son agradecidos siempre.
Doy una breve reseña de su labor en su pueblo. Fue uno de los fundadores del grupo olivarero que, posteriormente, fue reconvertido en la Cooperativa S. Sebastián. Concejal y Presidente de la comisión de obras del Ayuntamiento tras las primeras elecciones democráticas. Presidente democrático de la Cámara Agraria. Promovió la creación de caminos rurales y el mantenimiento de los mismos. En su momento él, que no era cazador, comprendió que para este menester era necesario crear un coto de caza en el pueblo y se convirtió en promotor, fundador y presidente de este mencionado coto.
Creo que sería suficiente todo esto para dar fe de su labor, pero su afán por aprender le hizo que cerca de los noventa años terminó un curso de informática. Lector empedernido, seguidor de la actualidad política, analista de la situación de la humanidad ¡qué decir más!.
Cómo dijo Brecht hay imprescindibles y Bautista es uno de esos seres humanos que entran en esa categoría Solo puedo decir que ha sido un honor, me ha enseñado lo que es dignidad, nunca se ha guiado por el viento favorable en cada momento, esos “adaptables” a según la situación y que siempre aprovechan la situación para medrar. Gracias por tus enseñanzas y por dejar expedito el camino a seguir.
Hasta siempre Camarada, espero que la MEMORIA nos siga aportando la claridad de tu ejemplo.
Emilio Sales Almazán